Después de once años, mi Espace 1.9 dci de 120 cv me abandona definitivamente.
Me ha dado más alegrías que penas, pero las penas han sido muy costosas.
Cuando tenía cinco años y 107 mil kilómetros, una biela luchó por su libertad y se escapó por el cárter.
El concesionario Renault Autoberri de Arrasate se portó muy bien, y de los 7.900€ de factura yo sólo tuve que abonar 2.400.
Tras otros cinco años sin problemas, con mantenimientos habituales, adelantando los cambios de aceite a los 15.000 km en vez de los 20.000 que recomienda la casa, cambios de correa y demás, a los diez años y 230.000 km (123.000 de nuevo motor), la culata me dice "¡quieto parao!". Otros casi mil euritos...
Y éste pasado julio, me dice que está cansada y no se quiere mover. Le digo que ánimo, guapa, que sólo será un resfriado... pero no. Parece una profunda neumonía. Le doy al arranque y tose, pero no acaba de respirar bien...
De nuevo al hospital. Le intuban por todos los lados, le hacen un montón de analíticas, escáneres y TACs, cuyos resultados parecen ser normales... Y sólo queda operar a corazón abierto, para ver mejor el interior. Pero mi seguro médico no cubre ésto y sólo me queda la opción de la eutanasia pasiva...
La mimé y cuidé lo que pude. Zapatos grandes, las mejores gafas de sol, audífonos de calidad porque de oídos no andaba fina, bebidas de calidad...
Ahora sólo me queda despedirme de ella, e intentar darle el mejor fin.
Hasta siempre, culona...