Si por mí fuera no homologaría estos ataúdes con ruedas. Pero está el problema comercial, y los chinos pueden entrar por donde quieran, nos tienen cogidos por los huevos. Como el mercado chino es el más interesante para los europeos, los tratados comerciales que firman los países con los chinos son leoninos, y lo único que pretendemos desde aquí es que nos dejen entrar, y ya veis a costa de qué, de que aquí entren los ataúdes con ruedas, entre otras muchas cosas.
Una pena