Coincido con tu planteamiento, Carlos.
Deberíamos todos (y yo el primero) ser un poquito más exigentes y vigilantes del estado del coche antes de decidir su compra. También es cierto que no todos tenemos ni los conocimientos, ni los medios ni las oportunidades de poder hacer todas estas tareas por nosotros mismos, pero sí deberíamos ser capaces de encontrar a alguien que lo hiciera por nosotros, asumiendo que tiene un coste (pequeño comparado con las decepciones que puede traer a posteriori no revisar todo lo que hemos venido comentando).
En cuanto a lo de los coches nuevos, con los precios que se manejan, se me hace muy difícil abordar una operación económica así. Incluso teniendo posibles, me lo pensaría muy mucho. llegado el caso, me plantearía (incluso mejor) un renting. En estas condiciones, además de despreocuparse por costes no previstos, lo cierto es que, al no ser realmente tú el propietario, las cosas te las tomas más a la ligera y eres más feliz con el coche, ya que disfrutas de sus bondades y los malos tragos te resbalan. Claro que en este caso también hay que valorar (y mucho) la posibilidad real de poder desgravar legalmente los importes.
En fin, es mi opinión. Tan válida o no como la de cualquiera.